marzo 10, 2011

Yo no estaba solo


Un dia soleado me encontraba balanceandome en mi columpio, estaba sonriendo, estaba feliz, me encantaba el efecto que tenia el columpio sobre mi, pero hubo algo que atrajo mi atencion en un momento, me aleje del columpio y camine hacia aquello, luego que llegue al lugar donde algo atrajo mi atencion, continue caminando y continue caminando hasta que ya no escuche a los demas niños, y llegue a un lugar donde ya el sol no estaba calentandome el cuerpo. Continue avanzando creyendo que volveria al inicio, pero no fue asi. El miedo se apodero de mi, comence a sentir frio y crei que estaba perdido, que mama se molestaria mucho y que jamas volveria a verla. Pero de un momento a otro un hombre salio de entre las sombras y me tomo del brazo, cuando senti su mano sobre la mia el miedo se fue, no estuve solo mas, no habia frio, no habia tristeza, solo habia satisfacion y aquel sentimiento de confianza hacia aquel hombre, yo sabia quien era, pero tenia prohibido decirlo, cuando aquel hombre me dejo en mi casa junto a mi madre, me despedi con un gesto en la mano y rompi las reglas para decirle "Te quiero Papi".

Ese es el efecto que los padres deben causar en los hijos, la confianza, el sentimiento de que nos dejemos llevar, de que no tengamos que ver nada sabiendo que ellos nos guiaran.

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